A la irregular gestión de Godoy, se suman las intrigas palaciegas y la presencia cada vez más incómoda y amenazante del ejército napoleónico
Agustina rompe con su prometido al enterarse de que se ha vendido a los franceses y se enamora de un bravo baturro llamado Juan
Bruc es un chico montañés que con su redoble de tambor consiguió sembrar el pánico entre las tropas napoleónicas